El día que desperté en aquella habitación repleta de doctores y enfermeras, entendí que si me había quedado tendría que hacer las cosas distintas. Es una decisión que tomé consiente, entendiendo la oportunidad tan magnifica que es vivir y aprovechar cada momento en este plano. Luego de recuperarme, levantarme de esa cama y recoger los escombros que habían quedado de mi vida anterior, comencé un viaje interior cargado de preguntas.
¿Por qué estoy aquí? ¿Cuál es mi misión? Si había vuelto tendría algo importante que hacer, algo importante que contar. Así comencé a transitar este camino, cargado de preguntas y pocas respuestas. Me uní a un montón de clubs buscando descifrar aquella misión, comencé a leer a un montón de gente que se pregunta lo mismo y entendí que todos estamos igual de perdidos.
Encontrar por qué estamos en este mundo es jodido, muy jodido, no existe respuesta correcta. Nadie te dirá "estás aquí para construir aquella casa" o "estás aquí para darle de comer aquel enfermo". Porque lo que realmente importa en la vida no tiene respuestas cortas, ni rápidas.
Debo ser sincero, todavía estoy en el camino de descubrir cual es mi misión. Imagino que si te has planteado la misma interrogante entenderás a lo que me refiero. ¿Cuál es mi misión? ¿Para qué me quedé en este plano? Y si de algo estoy seguro, es que me quedé para hacer lo que me apetezca. Cuando me di cuenta de esto, todo comenzó a fluir. Vivimos atados a lo que los demás piensen de nuestra vida, aún peor intentando cumplir sus expectativas. ¿Y las nuestras? ¿Cuándo vamos a ir detrás de lo que realmente queremos? ¿Por qué luego? ¿Por qué no ahora? Créeme, no es necesario vivir una experiencia cercana a la muerte para hacerte estas preguntas.
Lo primero que hice, al entender todo esto que te escribo, fue declinar ciertas colaboraciones con sponsors que ya no formaban parte de lo que ahora considero mi estilo de vida, luego cambié mi antiguo blog y todo eso nos trae hasta aquí. Un nuevo espacio donde te hablaré con sinceridad, te hablaré desde el corazón. Como te comenté todavía no he encontrado la "misión" o la "razón" por la que estoy aquí, pero decidí que la buscaré mientras recorro el mundo conociendo lugares increíbles que me llenen el alma.
¿Me acompañas en esta travesía?
Atte. Ostwald Guillén.
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